La estrategia del FdT para obtener una plaza más en el Consejo de la Magistratura

La bancada del Frente de Todos del Senado se divide en dos: Unidad Ciudadana y Frente Nacional y Popular.

La bancada de senadores nacionales del Frente de Todos se transformará en un interbloque con dos espacios, uno integrado por 21 senadores y otro con 14 miembros, en pos de quedarse con la segunda minoría y quedarse con una plaza más en el Consejo de la Magistratura.

El interbloque del oficialismo continuará llamándose Frente de Todos y estará conformado por dos espacios, Frente Nacional y Popular y Unidad Ciudadana.

La decisión de conformar un interbloque similar al que constituye Juntos por el Cambio con la UCR y el PRO fue adoptada anoche en conjunto por las autoridades del FdT, el senador por Formosa José Mayans y la vicepresidenta del espacio, Anabel Fernández Sagasti.

La conformación fue comunicada a través de sendas notas enviadas a la presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner.

De acuerdo a la primera de las notas firmada por Mayans y a la que accedió Télam, el primer bloque con una mayoría de 21 senadores pasará a llamarse Frente Nacional y Popular y estará presidido por el propio senador formoseño. El segundo de los bloques del oficialismo, de 14 integrantes, se denominará Unidad Ciudadana, según sostiene el texto con el anuncio firmado por la senadora por Buenos Aires Juliana Di Tulio.

El bloque de Mayans quedará compuesto por los senadores Guillermo Andrada, Daniel Bensusán, Eugenia Catalfamo, Maurice Closs, Lucía Corpacci, Carlos Espinola, María Teresa González, Ricardo Guerra, Edgardo Kueider, Claudia Ledesma, Marcelo Lewandowski, Cristina López Valverde, Sandra Mendoza, Gerardo Montenegro, José Neider, María Pilatti, Antonio Rodas, Adolfo Rodríguez Saá, José Uñac y Pablo Yedlin.

El segundo de los espacios del oficialismo será integrado por Sagasti, Di Tulio, Oscar Parrilli, Carlos Linares, Mariano Recalde, Guillermo Snopek, Silvia Sapag, Martín Doñate, Silvina García Larraburu, Nora Giménez, Ana Ianni, Matías Rodríguez, Eugenia Duré y Sergio Leavy.

Con esta maniobra, el oficialismo se queda con la segunda minoría y logra, así, un lugar más en el Consejo de la Magistratura, cuyo presidente es Horacio Rosatti, el presidente de la Corte Suprema de Justicia. Desde el Frente de Todos habían rechazado esta decisión y pidieron un “plazo razonable” (90 días) para avanzar con el tratamiento del proyecto de ley sobre la reforma que tiene media sanción.

En diciembre pasado el máximo tribunal declaró inconstitucional la ley que en 2006 -durante la presidencia de Néstor Kirchner- redujo de 20 a 13 la cantidad de integrantes del ConsejoDieciséis años después, al declarar la inconstitucionalidad de esa norma, la Corte dispuso el retorno a la vieja estructura, devolviéndole vigencia a una ley derogada por el Congreso, y otorgó un plazo de 120 días al Parlamento para que emitiera una nueva ley que le diera marco a lo sentenciado en esa resolución.

Al vencerse el plazo otorgado por el máximo tribunal, Rosatti quedó facultado para autodesignarse como presidente del Consejo (como estaba en vigor en la composición de la ley de 1997 luego reemplazada en 2006) y nombrar a los restantes consejeros.

El ministro de Justicia, Martín Soria, advirtió que Rosatti fue designado “a dedo” por Mauricio Macri, es “el mismo que se auto votó para presidir la Corte” y es quien “dictó el fallo que lo puso a la cabeza del órgano que designa y remueve jueces”. “La intromisión de la Corte sobre facultades de otros poderes se articula con el bloqueo que hace la oposición a los proyectos de reforma de la Justicia. No están salvando la República: están protegiendo a los saqueadores de la Argentina y a todos sus cómplices”, sostuvo-