Inspectores de la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) clausuraron una grasera de la localidad de Lanús por realizar vuelcos clandestinos a un arroyo y sancionó a otra. Las denuncias fueron realizadas por vecinos, que rechazan la presencia de estas plantas en el barrio por contaminación.
Un proceso de auditorías ambientales efectuadas por Acumar alertó sobre irregularidades en la sebería Mapar, donde se realizaron inspecciones que se extendieron durante toda la semana, en distintos horarios del día y la noche, y se detectaron vuelcos irregulares que desembocaban en el arroyo Millán, sobre el camino de la ribera del Riachuelo.
Ante esta situación, se procedió a buscar exhaustivamente en el interior de la empresa para detectar la conexión clandestina y en una fiscalización nocturna se logró dar con el dispositivo a través del cual el establecimiento realizaba la maniobra clandestina para volcar sus efluentes sin tratar directamente en el pluvial, por lo que se procedió a la clausura total del establecimiento y sus procesos productivos.
Además, la empresa recibió las multas correspondientes a las infracciones cometidas y fue intimada a corregir todas las irregularidades detectadas, que incluyen requerimientos de mejoras en la planta de tratamiento de gases y de efluentes líquidos. La clausura continuará vigente hasta tanto Acumar verifique que el establecimiento realiza su producción acorde a la normativa vigente, detalló un comunicado de Acumar.
El organismo informó, además, que otra grasera, Hebos, fue sancionada económicamente. “El operativo fue planificado en base a denuncias que realizó la comunidad de Valentín Alsina”, señalaron. “Seguiremos gritando bien fuerte al municipio de Lanús, a Acumar y al ministerio de medio ambiente NO A LAS GRASERAS!!!!!”, advierten vecinos de la Asamblea Vecinal Campomar.
