A días del traspaso, Macri y Fernández compartieron una misa en Luján

El jefe de Estado y el presidente electo fueron convocados por la Iglesia a participar de una misa frente a la basílica. “El secreto es respetarnos, no pensar igual”, destacó el mandatario electo luego del encuentro.

El jefe de Estado Mauricio Macri y el presidente electo Alberto Fernández compartieron este domingo una misa frente a la basílica de Luján a días del traspaso de mando presidencial, que tendrá lugar este martes.

Luego del encuentro, el mandatario presidencial electo afirmó: “Es una aprendizaje para todos los argentinos, llegó la hora de estar juntos para siempre. El secreto es respetarnos, no pensar igual

La misa, por su parte, estuvo presidida por el titular de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, quien pidió por “la unidad y la paz”, a días del cambio de gobierno.

En esa sintonía, el Arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, destacó el “gesto” de ambos mandatarios y dirigentes de estar allí para “sumarse” al pedido de la Iglesia por “la unida y la paz”. “Invitamos a rezar hoy y aquí, porque somos conscientes que estamos en un momento delicado del mundo, de nuestra América Latina y de nuestra Nación”, agregó.

No somos ingenuos, no creemos que una celebración sea la solución de los problemas, pero estamos seguros que este gesto que estamos realizando juntos, habla por sí mismo y deseamos que en estos días históricos y con la ayuda de lo Alto, se convierta en una puerta para entrar en esta nueva etapa, con sinceros anhelos de unidad y de paz”, destacó Scheinig.

Por otra parte, el arzobispo de Mercedes-Luján también apuntó contra la pobreza y convocó a los gobernantes y dirigentes a que se unan para que “los pobres sean los hermanos más cuidados, a los que más queremos acompañar para que consigan su propia tierra, su techo y su trabajo“, en su mensaje a presidentes, gobernadores, senadores, diputados, líderes políticos, sindicalistas, empresarios y movimientos sociales.

Nos oponemos a que (los pobres) sean reducidos a un hecho sociológico o macroeconómico. Deseamos que recuperen los derechos y las oportunidades a la que está llamada toda persona humana. No podríamos no estar al lado de los pobres”, subrayó.

Scheinig, además, habló de una Argentina “tan sufrida, enemistada, debilitada y tan necesitada” y llamó a “pedir especialmente por la unidad de las argentinas y de los argentinos”. “Estamos agotados de tantos desencuentros y peleas. No se trata de una unidad homogénea o hegemónica, sino de una unidad necesaria para construir el país deseado y salir del laberinto en el que nos encontramos”, explicó.

Para construir esta Nación bendita necesitamos de todos. Nadie sobra en esta construcción“, comentó, a tiempo que llamó a no caer en “la estructura del pecado” y “quedar atrapados en una tela araña, en el que pueden convivir sin culpa, sin cargo de conciencia, el que opta por ser deshonesto, corrupto, e inmoral y corruptor”.