Vocación y compromiso, la escuela en tiempos de pandemia

Docentes y autoridades de la escuela secundaria 58 de Llavallol entregaron módulos alimentarios. También se garantiza que los chicos tengan el cuadernillo de actividades.

Las puertas de la escuela secundaria N°58 de Llavallol se abrieron el lunes para recibir a los padres y entregar los módulos alimentarios. También entregaron los cuadernillos con actividades de Lengua y Matemáticas a aquellos que no cuentan con internet. En medio de la pandemia, las escuelas siguen siendo un espacio de contención y la vocación de los docentes vuelve a estar a la vista de la comunidad.

Las clases fueron suspendidas el a mediados de marzo y las estrategias dentro de las instituciones fue variando conforme avanzaron las decisiones del Gobierno a nivel sanitario. En principio, los comedores escolares abrían en turnos, luego se entregaron viandas y hoy se otorgan módulos alimentarios.

Directivos y profesores se acercaron ayer a la escuela ubicada en Olleros 1004 de Llavallol, partido de Lomas de Zamora, y con barbijos, guantes y tomando la distancia necesaria (1,5 metros) organizaron el trabajo. ¿Qué hicieron? Dividieron los alimentos entregados en el marco del SAE (Servicio Alimentario Escolar) en más de 130 bolsas para que cada familia pudiera retirar de forma rápida y eficaz, pero con control, su bolsón.

Una de las docentes explicó que en algunas escuelas convocan los directivos, pero en otras no. En este caso, se acercaron a la institución los que viven más cerca de la escuela secundaria. Hace algunos días, se repartieron insumos de merienda, como mate cocida y galletitas, pero esta semana mandaron “mercadería más abundante”.

El personal del Municipio de Lomas de Zamora, en este caso, bajó los productos y los trabajadores realizaron la tarea de división y organización. En total, armaron 130 bolsones. Cada institución organiza los módulos en función del cupo de comedor que tenga; en este caso, la secundaria cuenta con una matrícula de 210 alumnos y 130 cupos. Si bien no fue el caso, ya que muchas familias optaron por no acercarse, estos datos despiertan una preocupación que más de una vez fue abordada por los gremios: Los cupos de los comedores no alcanzan.

Los módulos del lunes tuvieron productos de primera necesidad como azúcar, polenta, aceite, puré de tomates, fideos (dos paquetes), galletitas (cuatro paquetes), arvejas, mermelada, turrones y mate cocido. La entrega se realiza cada 15 días y los insumos varían. Según adelantaron, la semana próxima entregarán productos como yerba, huevos y harina.

El control es estricto. Los padres de los alumnos se acercan a la institución con su DNI y el del menor a cargo, se cotejan los datos con las planillas de la escuela y se entrega la mercadería. Además, personal del Municipio saca fotocopias de los documentos para dejar asentado que los bolsones fueron retirados por padres o madres de chicos que asisten a la institución.

La alimentación en tiempos de crisis y pandemia es fundamental, pero también tienen en cuenta los contenidos. Los docentes entregan, además, los cuadernillos de actividades preparados para Lengua y Matemáticas del Ciclo Básico (primero, segundo y tercer año) y Superior (cuarto, quinto y sexto). “El objetivo es que los que no tienen acceso a Internet o Whatsapp, puedan tenerlo”, explicaron.

El SAE está dirigido a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad social, escolarizados en escuelas públicas de la provincia de Buenos Aires, con el objetivo de garantizar una cobertura nutricional uniforme asistiendo a los más vulnerables. Se estima que un millón 500 mil chicos comen en las escuelas bonaerenses.