Echeverría: El personal escolar también le pone el pecho a la pandemia

Con espíritu y vocación, los trabajadores de la Secundaria 22 de El Jagüel reparten bolsones a los estudiantes para que puedan afrontar la situación generada por el coronavirus.

Docentes, auxiliares y directivos de la Escuela de Educación Secundaria N°22 de El Jagüel no dejan de trabajar en medio de la pandemia de coronavirus. Además de continuar con las clases desde casa, le pusieron el pecho a la situación y colaboran con la comunidad para que no le falte nada a ningún chico.

A pesar de no tener comedor escolar, el establecimiento educativo convocó al personal de la institución para armar y repartir bolsones de comidas para los estudiantes de la escuela que necesitan una mano para atravesar la cuarentena.

En diálogo con Info Región, la directora de la institución, Carmen Iturra, explicó que la escuela contaba con 107 cupos “que el Servicio Alimentario Escolar (SAE) enviaba un sanguchito, un paquete de galletitas o algo así para acompañar el recreo de los chicos”, hasta que llegó la pandemia a la Argentina.

“Cuando se confirmó el aislamiento, el servicio de SAE nos proveyó una serie de alimentos básicos para que le entregáramos a las familias. Además, el municipio de Esteban Echeverría sumó otros cien bolsones para alcanzar casi a la totalidad de los estudiantes”, comentó.

Carmen, en tanto, contó que “son las primeras entregas” que realizan y el sábado santo “fue muy especial” ya que era “víspera de Pascuas”. “La gente tiene un espíritu especial a pesar de lo que vivimos. El mensaje de la escuela es alimentar la esperanza y fomentar el cuidado de los chicos y familias para que podamos volver a la escuela”, agregó.

“El personal de la escuela que se ofrece para colaborar es algo excelente. Directivos, profesores y auxiliares vinieron a ayudar a armar las bolsas y a repartir. Agradezco el compromiso que tienen para con la comunidad”, remarcó.

Y agregó: “Cuando escucho que dicen que no hay clases me enoja porque clases hay siempre. Sin todos los medios y recursos, los docentes se lo rebuscan, con un sistema que se tuvo que implementar de un día para el otro”.

Finalmente, Carmen contó la “emotividad” con la que las familias reciben los bolsones. “Nuestra escuela es reconocida y por eso está el buen trato con la gente. Es emocionante cuando los profesores se entusiasman con una tarea que, meses atrás, era impensada”, concluyó, en contacto con este medio.