Reapertura de Dánica en Llavallol: “Es un bálsamo de esperanza”

El Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y la empresa acató. Los trabajadores piden que les mantengan el sueldo y respeten el convenio.

Poco más de dos semanas tuvieron que pasar para que los trabajadores de Dánica recibieran una bocanada de aire luego de un nuevo cierre de la fábrica de Llavallol: Tras días de acampe y marchas, el Ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria y la fábrica reabrió sus puertas.

“Es un bálsamo de esperanza”, precisó  Javier Castillo, delegado de los trabajadores de Dánica, al tiempo que afirmó que esperan que se les “respete el sueldo, sin rebajas”. Piden, además, mantener el convenio de trabajo, correspondiente a aceiteros. “Sino, volveremos a la calle”, advierte.

Si bien el conflicto es de larga data, a principios de octubre los empleados se encontraron nuevamente con la fábrica cerrada y comenzaron las medidas de fuerza: Realizaron un acampe en el establecimiento, se manifestaron en varias oportunidades, e hicieron una vigilia en Alem 650, sede de la cartera de Trabajo de la Nación, donde este martes se resolvió el conflicto.

“A las 5 de la mañana fuimos con escribano público y la empresa acató la conciliación obligatoria. El Ministerio dictaminó la apertura inmediata de la empresa, dispuso que se pongan al día con nosotros en los sueldos, y ordenó que nos den tareas a todos los trabajadores, a pesar de que la empresa había pedido 48 horas”, contó Castillo, en diálogo con Info Región.

En este sentido, el delegado explicó que, luego de que se abra la fábrica y se reincorporen los trabajadores, la conciliación obligatoria “es, por ahora, de 15 días”. “Esperamos llegar a un acuerdo con la empresa en este tiempo, sino volveremos a salir a la calle”, advirtió.

“No queremos que nos reduzcan nuestros sueldos un 40 por ciento, como nos habían dicho, ni queremos el cambio de nuestro convenio de trabajo, que es el de aceiteros. Esperamos que se nos respete”, subrayó.  

Castillo sostuvo que esta conciliación “produce un bienestar económico en la gente”, luego de que se les depositara parte del sueldo adeudado. “Era una situación que te desgasta psicológica y físicamente. En la vigilia hicimos rotación porque hubiera sido un martirio estar ahí afuera”, recalcó.

“Es un bálsamo de esperanza para nosotros, queríamos laburar. Además, pedimos mantener nuestro sueldo a pesar del tema de la pandemia, porque todo se fue por las nubes y sería una gran pérdida económica. Estamos muy contentos y orgullosos de lo que logramos”, concluyó el delegado, en charla con este medio.