Sembrando Infancias, una iniciativa solidaria y a pulmón que encabezan vecinos de Almirante Brown

Un roperito solidario les permite juntar alimentos no perecederos para repartir viandas a personas en situación de calle. La historia.

Celeste es una de las referentes de Sembrando Infancias, una iniciativa solidaria nacida en las calles de Almirante Brown. Junto a familiares y colaboradores, emprende la titánica tarea de juntar ropa de abrigo, frazadas y alimentos no perecederos para luego recorrer las calles repartiendo viandas y otros elementos a personas en situación de calle.

Se trata de una agrupación conformada por vecinos de San José con ganas y voluntad de ayudar a las personas en situación de calle. Realizan viandas y las reparten, también entregan abrigo y frazadas, que se tornan fundamentales con la llegada del frío. No tienen un techo en el que refugiarse, están en las calles haga frío, calor o llueva, pero muchos eligen no verlos. Sembrando Infancias no esquiva la mirada, toma nota y responde con empatía.

Con ese objetivo, y el de ayudar también a los vecinos, realizan un roperito solidario. Quienes deseen saber cuándo y dónde se realiza, deben contactarlos, ya que “no hay días fijos”. La propuesta es “cuatro prendas por un alimento no perecedero”. “Cocinamos para las personas en situación de calle”, explican en torno al destino de las donaciones.

Sembrando Infancias nació en septiembre de 2020, en el marco del aislamiento por la pandemia, con la recolección de juguetes para entregarlos en Navidad. “El año pasado nos pareció re importante por toda la situación de encierro que pasaron los nenes, lejos del cole, de sus amiguitos y de sus espacios de contención”, explicó Celeste a Info Región, y precisó que a partir del boca en boca, la gente los empezó a conocer y decidieron que la cosa “no podía terminar ahí”.

“La gente nos empezó a conocer más y nos empezaron a llegar varias donaciones de ropa, así que ahí surgió el roperito solidario, y nos pareció piola que fuera una red de ayuda, así que empezamos a pedir alimentos por la ropa y así poder cocinar para gente en situación de calle y ayudar a comedores que conocemos, que realmente ayudan al barrio”, explicó.

Las recorridas, en principio, se realizaban los miércoles y los sábados, pero lo cierto es que hoy no tienen días fijos. A las 19.30 se realiza el reparto de viandas a las 15 personas que son asistidas. Una de ellas suele estar sobre la calle Salta y el resto en inmediaciones del hospital Arturo Oñativia de Rafael Calzada. “Muchos grupos que ayudaban en el hospital habían dejado de ir por miedo a contagios”, explicó Celeste.

También convocan a la comunidad a ayudarlos donando ropa de abrigo y frazadas. “Nosotros lo pasamos a buscar y se lo acercamos a quienes lo necesitan”, explican en las redes sociales, una alternativa ideal para quienes no sepan qué hacer con la ropa que ya no usan o a dónde llevarla.

El brote solidario es, quizá, lo mejor de la pandemia. Las iniciativas surgidas en casas, organizaciones o en un clubes de barrio se multiplicaron durante estos meses, en los que el coronavirus provocó estragos y miles de muertes. La mano solidaria se tiende, la mirada no esquiva y los corazones se unen con un único objetivo: ayudar al que más lo necesita.