Una multitud despide a Benedicto XVI

Desde hoy y hasta el miércoles se expondrá el cuerpo de Joseph Ratzinger antes del funeral.

Despedida Benedicto XVI
Foto: Vaticano

Una multitud de fieles inició esta mañana la última despedida al papa emérito Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro, donde desde hoy y hasta el miércoles se expondrá el cuerpo de Joseph Ratzinger antes del funeral que encabezará el jueves el papa Francisco.

El presidente italiano, Sergio Mattarella, y la premier del país europeo, Giorgia Meloni, abrieron minutos antes de las 9 locales (5 de Argentina) la larga procesión de fieles que busca dar el último adiós al pontífice emérito fallecido el sábado a los 95 años.

Vestido con ropas blancas de Papa y con una casulla roja, el color del luto papal, el cuerpo de Benedicto XVI es expuesto con un rosario entre sus manos, entrecruzadas a la altura del vientre.

Con una fila que a la hora de apertura de la Basílica ya tenía centenares de metros, las autoridades locales esperan unos 35.000 fieles al día, según las previsiones.

Benedicto XVI

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El cuerpo de Ratzinger, expuesto en el altar central de la Basílica, había sido trasladado a las 7 de de hoy desde el monasterio Matter Ecclesia, en el que vivió desde su renuncia al pontificado en 2013 y en el que falleció a las 9.34 del 31 de diciembre.

Hoy, mañana y el miércoles, la Basílica estará abierta hasta las 19 para la despedida de los fieles a Benedicto XVI, informó el Vaticano.

El jueves, a las 9.30 locales, Francisco encabezará la celebración de unos funerales inéditos en la historia de la Iglesia, en los que por primera vez un Papa en funciones despedirá a uno emérito.

Benedicto XVI falleció el sábado a las 9.34 locales en el monasterio Matter Ecclesia, en el que vivía dentro de los jardines vaticanos tras su renuncia al pontificado en 2013.

La salud del pontífice emérito había sufrido un “agravamiento” en los últimos días que había llevado al papa Francisco a pedir el miércoles a los fieles que rezaran por la salud de su antecesor. Desde el entorno de Ratzinger, sin embargo, trataron de mostrar una gravedad menor a la planteada por Francisco y hasta intentaron que el emérito concelebrara una misa ayer, aún cuando seguía grave.