La subsistencia de los trabajadores de Canale

El fin de semana ofrecieron empanadas, a muy buen precio, con delivery incluido. Recién cobraron la segunda quincena de julio y la fábrica sigue parada.

“Las cosas salen cada vez más”, es una frase que se escucha en cada esquina. Las filas de los super e hipermercados se redujeron notablemente en los últimos tiempos, producto de los tarifazos y la inflación. El sueldo no alcanza y se ajusta en donde se puede, mientras se puede. Pero ellos no tienen qué o dónde ajustar, no cobran desde hace meses y la planta en la cual cumplían tareas ha dejado de funcionar.

Los trabajadores de la ex planta Canale de Llavallol se concretaron ayer en la puerta del edificio que permanece cerrado y sin actividad. A ellos se les adeudan dos meses de salarios, no tienen ART ni aportes a la obra social. La situación es alarmante, subsisten por la ayuda de las comunidad.

Reclaman que las autoridades “den la cara”. Hace algunos días cobraron la segunda quincena de julio, pero resta que les paguen agosto y septiembre. Los trabajadores se acercan todos los días a la fábrica en espera de respuestas, pero no la obtienen.

Tras las crisis, a principios de 2017, parecía que la planta de Llavallol dejaría atrás la incertidumbre, pero en los últimos meses la situación volvió a preocupar a los empleados. Se las ingenian como pueden y saben muy bien de qué se trata. De hecho, este fin de semana ofrecieron empanadas a muy bajo precio, con delivery incluido.
El rebusque, la desesperación, la incertidumbre y el temor se conjugan para provocar una situación de extrema delicadeza. Es que “como telón de fondo hay una causa judicial en la que se está por decretar la quiebra del grupo económico que controla Canale, IAMSA, afectando de manera directa a Redepa (co-propietaria de la planta de Llavallol). Esto genera más incertidumbre a las casi 100 familias que aguardan una justa solución a este conflicto”, señalan.

Alertan que hay trabajadores que fueron echados de sus viviendas, por no poder afrontar el pago del alquiler, otros tuvieron problemas de salud frente al desamparo. La ayuda se encuentra siempre en la comunidad, en los compañeros, en las familias y los amigos de lucha.