Caso Stella Maris Sequeira: Para Carrazzone, es un “disparate” que lo acusen

El abogado amplió su declaración en el juicio que se le sigue por el femicidio de su esposa Stella Maris Sequeira. Cuestionó que la Justicia no investigó otras pistas.

El abogado Rubén Carrazzone sostuvo este miércoles en su indagatoria que es un “disparate” que lo acusen de haber ejercido violencia de género hacia su esposa Stella Maris Sequeira, por cuyo femicidio es sometido a juicio, aseguró que es víctima de una “persecución maniática” por parte de la querella y denunció que la Justicia no investigó otras pistas para saber qué pasó con su mujer, desaparecida desde 2016 en Ezeiza.

En su ampliación de la indagatoria que había comenzado el miércoles de la semana pasada ante el Tribunal Oral Federal 2 de La Plata, que lo juzga por el femicidio, el abogado negó haber mantenido una discusión con su esposa la tarde previa a su desaparición.

“Yo no estoy acá por ser víctima de ninguna confabulación armónica de nadie, el mundo no está en contra mío, muy por el contrario. Estoy aquí por el mal procedimiento de algunos funcionarios públicos y por la persecución maniática de la doctora (Raquel) Hermida Leyenda”, manifestó el acusado en referencia a la abogada que representa al particular damnificado, al fiscal y al juez del caso.

Vestido con un traje negro y durante más de cuatro horas de indagatoria, en las que respondió preguntas de los jueces del tribunal y también del fiscal del juicio Rodolfo Marcelo Molina, Carrazzone (66) dijo que es un “disparate” que lo acusen de haber sido violento con su esposa y narró algunos episodio en los que acusó de esa violencia a la hija de su mujer, Solange Ponzo, quien actúa como particular damnificada en la causa y será la primera testigo del juicio, el miércoles próximo.

Tras aclarar que tanto el personal de la Policía Federal, como de la provincial, de Gendarmería y de todas las reparticiones técnicas trabajaron “en forma encomiable”, el acusado culpó al fiscal que entonces instruyó la causa, Leonel Gómez Barbella, y al juez federal de Lomas de Zamora Alberto Santamarina de negarse a investigar otras pistas que podrían haber conducido a esclarecer lo ocurrido.

“Desde el inicio de las actuaciones se me ha colocado en el rol de maniquí, quietito y sin defensa”, expresó Carrazzone, quien aseveró que “tres años en prisión le arruinan la vida a cualquiera“.

Y sobre el día de la desaparición de su mujer, ocurrida el 29 de diciembre de 2016 en el barrio El Ombú, de Ezeiza, manifestó: “Se quiere crear artificialmente que entre mi señora y yo hubo una discusión, una discusión que no existió”.

Al respecto, se refirió a las declaraciones de uno de los parqueros que trabajaba en su casa, quien “declaró en esta causa seis veces” y fue quien “junto a los funcionarios mencionados le hicieron a este maniquí el traje a medida” y “fueron cambiando las declaraciones”.

“Desgraciadamente por no querer buscar otra hipótesis, o al menos investigarla, llegamos a esta oscuridad, porque nadie absolutamente nadie, ni los que tenían el poder, hicieron algo para buscar a Stella Maris Sequeira”, agregó.

El caso

La mujer, quien convivía desde hacía 13 años con Carrazzone, desapareció el 29 de diciembre de 2016 y recién el 31 de ese mes su esposo denunció el hecho, mientras que un día más tarde aseguró haber recibido un llamado extorsivo en el que le exigieron 80.000 dólares para liberarla.

Si bien inicialmente por presunto secuestro fue detenido un ex cliente de Carrazzone, Miguel Ángel Franco, tras determinarse que se había tratado de una falsa denuncia aparentemente tendiente a entorpecer la investigación y ocultar el femicidio, ese hombre fue sobreseído.

Hoy, en el transcurso de la indagatoria, el abogado acusado volvió a dudar de esa persona, al asegurar que su teoría de lo sucedido es que “alguien del entorno de Franco” lo llamo para “facturarle” por un problema que tenían.

Próxima audiencia

Tras la declaración de Carrazzone, el tribunal integrado por los jueces Alejandro Daniel Esmoris, Néstor Javier Jarazo y Fernando Canero, pasó a un cuarto intermedio hasta el miércoles próximo cuando comenzará a escuchar a los testigos.

El abogado, que llegó al juicio en calidad de detenido, afronta una acusación por “homicidio doblemente calificado por haberse cometido sobre su pareja conviviente y mediando un contexto de violencia de género y de falsa denuncia”, por la cual podría recibir una pena de prisión perpetua.