Las declaraciones indagatorias de los siete profesionales de la salud imputados en la causa en la que se investiga la muerte de Diego Armando Maradona, que debían comenzar el lunes, se postergaron para ser tomadas a partir del 14 junio.
La decisión fue adoptada por los fiscales de San Isidro que llevan adelante el expediente, en línea con una acordada de la Suprema Corte bonaerense que suspendió determinadas actividades judiciales presenciales hasta el 11 de junio, como recaudo ante la pandemia del coronavirus.
A partir de esta decisión, el nuevo cronograma de las indagatorias quedó fijado de la siguiente manera: el enfermero Ricardo Omar Almirón (38) será indagado el 14 de junio; la enfermera Dahiana Gisela Madrid (36), el 16 de junio; el coordinador de los enfermeros Mariano Perroni (40), el 18 de junio; la médica que coordinaba la internación domiciliaria para la prepaga Swiss Medical, Nancy Forlini (52), el 21 de junio; el psicólogo Carlos Ángel “Charly” Díaz (29), el 23 de junio; la psiquiatra Agustina Cosachov (35), el 25 de junio; y el neurocirujano Leopoldo Luciano Luque (39), el 28 de junio.
Los siete imputados están acusados por “homicidio simple con solo eventual”, un delito que prevé de 8 a 25 años de prisión y que representó un cambio de calificación decidido por los fiscales cuando la semana pasada los convocó a indagatoria.
Ayer, el juez de Garantías 2 de San Isidro, Orlando Díaz, les prohibió la salida del país a los siete imputados, tal como había solicitado los fiscales.
En su llamado a indagatoria, el equipo de tres fiscales integrado por Cosme Iribarren, Patricio Ferrari y Laura Capra consideró que los siete profesionales “infringieron los deberes” que tenían a su cargo y “condujeron al fatal desenlace” de Maradona que “hubiese podido evitarse”.
Una de las claves de la nueva imputación fueron las conclusiones a las que arribó la junta médica de peritos que durante dos meses analizó las circunstancias de la muerte de Maradona.
Allí, 17 de los 22 peritos que participaron concluyeron que Maradona era un paciente con pluripatologías que agonizó 12 horas antes de morir a los 60 años el 25 de noviembre pasado.
Además, consideraron que “no estaba en pleno uso de sus facultades mentales”, que el operativo montado en la casa de del barrio San Andrés de Tigre no era una internación domiciliaria y que pudo haber tenido “más chances de sobrevida” si hubiera estado en una clínica.
Maradona, la mayor figura de la historia del fútbol mundial, murió a los 60 años el 25 de noviembre de 2020 al mediodía, en una casa del barrio privado San Andrés, de Tigre, donde transitaba la internación domiciliaria que está bajo investigación.
La autopsia determinó que murió como consecuencia de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada” y descubrieron en su corazón una “miocardiopatía dilatada”.