La Corte confirmó la condena a un remisero por un secuestro extorsivo en la zona sur del Conurbano


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La Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la condena a 14 años de prisión a un remisero por el secuestro extorsivo de un hombre y de su hijo de 2 años, ocurrido en 2015 en la zona sur del conurbano bonaerense.

El máximo tribunal rechazó el recurso de queja presentado por la defensa de Nicolás Samuel Ojeda, al que desestimó por considerarlo “inadmisible” en un fallo unánime firmado días atrás por sus cuatro miembros.

Voceros judiciales informaron que la pena de 14 años de prisión impuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 de San Martín a fines de 2017 a Ojeda incluyó también el delito de privación ilegal de la libertad del dueño del lavadero de la localidad de Morón, donde la víctima, de nacionalidad china, había dejado su vehículo.

El hecho ocurrió en la tarde del 7 de octubre de 2015, cuando S.W., con su pequeño hijo, fue a retirar su camioneta Renault Duster, la cual había dejado en el lavadero de la otra víctima, en Yapeyú y Silva, en la zona sur del Gran Buenos Aires. Entonces Ojeda y otros tres cómplices, que no pudieron ser apresados, descendieron de un vehículo, amenazaron con armas a los hombres y los obligaron a subir a la camioneta.

Horas después el dueño del lavadero fue liberado en Lomas de Zamora, mientras que padre e hijo, tras un cambio de rodado, fueron retenidos por sus captores, quienes se comunicaron con familiares y amigos para exigirles el pago de rescate, que se entregó en la zona de Tapiales a cambio de la liberación de los secuestrados.

Pero la entrega del dinero había sido controlada por el personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Morón, quienes se enfrentaron con los secuestradores que procedieron a fugarse, salvo en el caso de Ojeda que recibió un balazo en el hemitórax izquierdo por lo que debió ser hospitalizado y en esas circunstancias detenido.

Durante el juicio Ojeda dijo que él también había sido víctima, porque fue contratado para transportar a dos pasajeros que, antes de concretar el secuestro, lo amenazaron con un arma de fuego, argumento que fue desatendido por el tribunal oral que lo condenó a 14 años de cárcel.