Baja tensión, un enemigo oculto pero muy peligroso para el hogar

Cuando no son los cortes, es la baja tensión la que inutiliza o impide el uso de artefactos eléctricos. Sufren más los que tiene motor.

El corte de luz, paradójicamente, se ve en seguida. La energía eléctrica está tan incorporada a la vida cotidiana que cuando se interrumpe el suministro se hace evidente, y, en ocasiones, desesperante. Los vecinos se juntan, protestan, cortan calles, y los medios de comunicación habitualmente se hacen eco. Pero junto con ese flagelo, en los últimos tiempos se ha extendido otro menos visible: la baja tensión, que está haciendo estragos en el Gran Buenos Aires.

“Es un problema cada vez más extendido, no te quedás sin luz, pero la tensión no alcanza para todos, y entonces hay aparatos en el hogar que no funcionan e incluso que se deterioran o se queman”, explicó un técnico de Edesur a InfoRegión. Él es uno de los que contrata la empresa para verificar si el reclamo del cliente es responsabilidad de la compañía o del usuario, pero “casi siempre es de la compañía”.

El problema consiste en que, en lugar de entregar los 220 voltios a los que está obligada la empresa distribuidora, llegan a los hogares 180, 170, 160 o incluso menos voltios, lo que provoca casi tantos problemas como el corte de energía.

De acuerdo a las Normas de Calidad del Servicio que el Ente Regulador Energético le fijó a las distribuidoras para el quinquenio 2017-2021, las empresas están obligadas a brindar un servicio en el que la tensión domiciliaria varíe en hasta un 8 por ciento más o menos. Eso quiere decir que está tolerada una tensión de entre 202 y 238 voltios aproximadamente. Por encima o debajo de esos registros, la empresa está incumpliendo sus obligaciones, podría ser multada y el vecino obtener un resarcimiento económico.

“Con la baja tensión lo que más se resiente son los motores y los equipos que consumen mucha energía. Por ejemplo, los acondicionadores de aire, la heladera o los bombeadores, porque si baja la tensión, aumenta la corriente, se recalienta el motor, y puede quemarse, explica un técnico electricista consultado por Info Región.

Otros problemas derivados de la baja tensión es que el microondas enciende, pero no calienta, lo mismo que los secadores de ropa con calor. Un capítulo aparte son los lavarropas automáticos más modernos, porque, si bien “vienen con protección para cuando hay baja tensión, el problema es que al detectar que hay voltaje bajo directamente no encienden”, así que se vuelve imposible lavar la ropa.

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Lo peor es que Edesur, tapada por los reclamos de falta de energía, no da respuesta ante las quejas por baja tensión. En el mejor de los casos se acerca al domicilio un técnico que confirma que el problema esté del lado de la red, y luego a esperar.

“Puede ser un problema de la acometida (de la bajada del cable desde el poste hasta el medidor), pero lo más común es que sea un problema en el transformador (de media tensión)” que alimenta a la zona, explica el enviado de la Empresa.

Ese transformador es el que baja la energía de alrededor de 20 mil voltios de la red de media tensión a los 220 voltios que debería haber en la red domiciliaria. Sin embargo, la demanda de electricidad sobre instalaciones viejas o subdimensionadas provoca que los transformadores no provean toda la energía que se les demanda. “A veces el problema es que están lejos del domicilio, a veces que están sobrecargados, pero generalmente es una combinación de los dos problemas”, precisa el electricista, que supo trabajar en una distribuidora hace un par de décadas.

La solución, en ese caso, sería el recambio de los transformadores por otros más potentes, pero esas son la inversiones privadas que por ahora no se ven a nivel de abastecimiento domiciliario. Así, de hecho, la Empresa incumple con su obligación contractual de proveer una tensión adecuada.

“¿Y ahora? Cuándo vienen a arreglar el problema”, pregunta la vecina ilusionada con la visita del técnico de la empresa. “No se señora, yo solo me encargo de ver que el problema sea de la red, y es así, porque tiene 170 voltios. Ahora cuándo van a mandar una cuadrilla, no sé. Pero le diría que rápido no va a ser”, es la respuesta que apaga el entusiasmo.

Donde reclamar

Ante la falta de suministro o por problemas de baja atención, se pueden emplear las siguientes vías para elevar el reclamo:

  • Por Internet: se debe completar el siguiente formulario online.
  • Por teléfono: llamá a la línea gratuita 0800-333-3000, todos los días, las 24 horas.
  • Por SMS: enviá al 11 3134 4444 un mensaje con el nombre de la distribuidora responsable [ESPACIO], el número de usuario [ESPACIO], los tres últimos dígitos del número de tu medidor.
  • Por fax: contactate con la línea gratuita 0800-333-5962, de lunes a viernes, de 9 a 16.
  • Personalmente: dirigite a Suipacha 615, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de lunes a viernes de 9 a 18.
  • Por correo postal, enviá los datos y documentos requeridos a:

Ente Nacional Regulador de la Electricidad
Atención de Usuarios
Suipacha 615
C1008AAM – Ciudad Autónoma de Buenos Aires