Lomas: “Mi mamá se despertó con un tipo tapándole la boca”


Parecía una pesadilla, pero era algo peor. La mujer, de 85 años, se despertó con la imagen de un hombre que le tapaba la boca y la zamarreaba. Desesperada, miró de reojo a su lado mientras la sacudían y alcanzó a ver como otro delincuente golpeaba a su hija, de 53, en su propia cama.

Era miércoles a la madrugada, poco antes de las 3, y estaban solas frente a dos hombres que se habían metido, trepando techos linderos, a esa casa de barrio en la intersección de las calles Santa Mónica y Arana Goiri, en Villa Independencia, Lomas de Zamora.

A la mujer, hipertensa y con problemas de circulación, la ataron a una silla, y ahí quedó durante horas, en medio de maltrato, amenazas y sacudones. Su hija, la pasó peor, la tiraron al piso, la golpearon con los puños y la patearon, mientras ella se protegía en posición fetal.

La suerte del perro de la familia fue más trágica aún. Con la intención de trabajar con tranquilidad, los delincuentes envenenaron a la mascota. Primero perdió la conciencia, “se quedó como dormido”, y horas más tarde murió, provocando la pérdida más dolorosa para las víctimas.

El calvario duró unas 4 horas en las que los delincuentes destrozaron la casa, comieron, revolvieron todo y se llevaron la jubilación completa de la mujer, y unos pocos pesos más que había en la casa. También formó parte del botín la compra en el supermercado del día anterior, ropa, calzado, electrodomésticos y el auto de una de las víctimas.

Los familiares se enteraron de que las mujeres estaban atadas dentro de la casa cuando los vecinos, con los que tienen contactos diariamente, advirtieron que no había movimientos en la casa y notaron que algo raro había ocurrido.

El relato es de Rodolfo Casaburro, hijo y hermano de las víctimas, angustiado no sólo por el hecho, sino por la revelación de la impotencia vecinal ante el delito, según la propia confesión policial. Con sus propias palabra dio detalles del robo que trascendió ayer e impactó fuerte en el barrio.

El peor de los miedos

“Lo que más miedo nos dio es que la nueva jefa de calle (de la comisaría de Parque Barón, que tiene jurisdicción en la zona) por lo bajo nos mencionaba que está atada de pies y manos, que no puede hacer nada”, confesó, y contó que “hace una semana que está en el cargo y cuenta que es impresionante la cantidad de robos, asaltos y otros delitos en la zona”.

Rodolfo Casaburro

Rodolfo coincide. Asegura que en los últimos días los robos aumentaron exponencialmente en la zona, y conoce personalmente muchos de esos casos. Cita marcas, modelos y colores de autos involucrados y recuerda, por ejemplo, que la semana pasada antes de las 12 de la noche le robaron a una amiga en la calle y “le quebraron tibia y peroné de tantas patadas que le dieron mientras le robaban”.

También contó que la misma mañana luego del robo llamaron tres veces a la comisaría de Parque Barón “y nunca atendieron” y por lo tanto no asistieron al lugar. “Terminó yendo un móvil de la departamental” después que se comunicaron con la comisaría Primera, del centro de Lomas.

Pero no es el único miedo, la mujer, ya mayor, decidió por el momento no volver a vivir en la casa, no puede volver a ese lugar donde la pesadilla se volvió real.