Crivelli y su granito de arena frente al coronavirus

En medio de la cuarentena, el arquero de Temperley decidió ayudar a su suegro en el negocio de limpieza y repartir los elementos a los clientes con factor de riesgo.

En el fútbol del ascenso las historias abundan y las complicaciones económicas ayudan al surgimiento de la solidaridad en jugadores que tuvieron que lucharla desde abajo. Uno de esos casos, es el del arquero de Temperley Federico Crivelli, quien se dedica a ayudar a su suegro en el negocio de limpieza y reparte los productos a los adultos mayores que están condicionados por este contexto de encierro.

“La idea surgió porque mi suegro tiene un local chico en San José de productos de limpieza sueltos. Es una persona de riesgo y no puede estar mucho en el local, por eso se me ocurrió ayudarlo dándole una mano con aquellos clientes que no pueden salir de su casa”, contó en diálogo con Info Región.

Pero para Crivelli no es nada nuevo el rubro ya que aseguró que su primer trabajo fue en “una roticería donde hacia el delivery con una moto”. “Volvimos a la vieja fuente”, deslizó.

Reparte “casi todos los días y a veces por la mañana” aunque por lo general termina “a la tarde”. “El local cierra a las 13 y me quedo ayudando a mi suegro, a veces me voy antes y lo dejo cuando no hay mucha gente en el negocio. Entonces yo aprovecho y salgo a cubrir los pedidos, mi jornada depende de la demanda que haya”, indicó.

Pero para trabajar toma ciertos recaudos: “Uso barbijo, una mascarilla de plástico casera y alcohol 70/30. Cada pedido que hago me desinfecto las manos y trato de mantener distancia con el otro, por eso les dejo el producto apoyado en el piso y ellos lo recogen, además rocío con alcohol los billetes. Luego llego a casa, dejo afuera mis zapatillas, entro descalzo, me baño, pongo la ropa para lavar y me coloco alcohol en las manos”.

Por otra parte, el referente del Gasolero explicó las sensaciones de sus clientes al verlo: “Ahora que se hizo pública la noticia, los vecinos me reciben muy bien, charlan a distancia e incluso me piden autógrafos”.

“Trato de estar ahí con ellos y acompañarlos porque muchos tienen la necesidad de charlar, ellos viven solos y encerrados”, agregó.

“Quedó atrás”

Crivelli, además de formar parte del plantel, trabaja como entrenador de arqueros a distancia. Desde que decidió, hace una semana, comprometerse y ayudar a su suegro con el negocio, este aporte pasó a un segundo plano.

“Durante las primeras tres semanas estuve muy activo en las redes sociales dando ejercicios vía online. Cuando se abrió la cuarentena y mi suegro me pido una mano, tuve que dejar mi trabajo y dedicarme a esto que me lleva tiempo y termino bastaste cansado, de vez en cuando subo algo pero mucho más tranquilo de lo que lo que venía haciendo. Por lo que dicen, viene para largo y espero que cuando se reanude, se vuelva con las mismas ganas que se tenía antes, se nos cortó el proyecto en el comienzo de la etapa”, sostuvo el histórico del Celeste.