El ministro de Educación, Nicolás Trotta, contrapuso la “mirada responsable” de las autoridades la provincia de Córdoba, que suspendió por dos semanas las clases presenciales en virtud de los indicadores sanitarios por los casos de coronavirus, con la de la Ciudad de Buenos Aires, que mantiene las escuelas abiertas.
“La suspensión de clases presenciales en la provincia de Córdoba se enmarca en una mirada responsable”, dijo el Ministro en declaraciones a Radio Diez, en las que se refirió también a la “irresponsabilidad del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y las malas decisiones de(l jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez) Larreta -no del presente sino a lo largo de los últimos meses- que han tenido impacto en toda la Argentina”.
Es que la ciudad de Buenos Aires, pese al DNU vigente que las prohíbe en las zonas de país que se encuentran en la categoría de “alarma epidemiológica”, continúa con las clases presenciales en los niveles inicial, primario y los dos primeros años del secundario.
Por su parte, el Gobierno de Juan Schiaretti anunció ayer la suspensión de las clases presenciales durante dos semanas, y otro paquete de medidas restrictivas, ante el aumento de casos en ese distrito.
“Este virus no encuentra en la General Paz una muralla infranqueable”, dijo Trotta quien volvió a rechazar la “inentendible judicialización del primer decreto” nacional que establecía la suspensión de clases presenciales, y agregó que desde “ese momento se produjo el impacto sanitario, a partir de esa judicialización, en toda la Argentina”.
Para Trotta, esa situación se debió a la “fragilidad” del Gobierno de Rodríguez Larreta “en asumir las decisiones difíciles”, y volvió a llamar a la “responsabilidad de la política para transitar de la mejor forma posible esta pandemia de la Covid-19”.
En tanto, en declaraciones al canal de cable Todo Noticias (TN), se refirió a la posibilidad de adelantar las vacaciones de invierno, tal como fue analizado ayer por el Consejo Federal de Educación.
“Ayer aprobamos que cualquier modificación del calendario escolar que puede implicar el adelantamiento del receso invernal inclusive la posibilidad de extenderlo una semana recuperando esos días a fin de año, se debe vincular a una decisión sanitaria y epidemiológica”, afirmó. “En caso de que se pueda adelantar las vacaciones queremos que sea para disminuir la circulación de personas ,y que eso pueda robustecer el proceso de presencialidad finalizado el receso”, añadió.
Trotta abogó para que “ese esfuerzo que haga la escuela no implique menos restricciones en el ámbito recreativo, sino ese esfuerzo sería hipotecado a partir de la circulación general de personas”. “Las vacaciones habitualmente se producen entre la primera y segunda semana de julio. Lo que se analiza es poder adelantarlas hasta tres semanas, y poder extenderlas una semana, ya que todo hace suponer que en agosto y en septiembre podremos ir robusteciendo la presencialidad”, explicó.