En dos semanas Lomas de Zamora fue sede de dos importantes actos institucionales del oficialismo, uno encabezado por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y otro por el presidente Alberto Fernández, a pocas horas del cierre de listas para las elecciones legislativas de noviembre.
No es necesario ser un avezado analista político para interpretar que ambas actividades, con 13 días de distancia entre sí, constituyen un fuerte respaldo político a la figura del intendente local Martín Insaurralde y alimentan especulaciones sobre la posibilidad de que deje la jefatura comunal para asumir alguna responsabilidad ya sea en el ámbito legislativo o en el Ejecutivo.
“Podría encabezar la lista de diputados nacionales u ocupar algún ministerio. Todavía no lo sabemos porque no larga prenda, pero se lo ve de muy buen humor en estos días”, cuentan los allegados al Intendente.
Alberto Fernández y Axel Kicillof fueron recibidos por Martín Insaurralde en la cancha de Banfield. Luego encabezaron un acto en Temperley (13-07-21)
En cualquier caso, la posibilidad de que quede vacante el sillón de Manuel Castro 220 abre rápidamente el interrogante sobre la sucesión del jefe comunal, ya sea temporaria como definitiva.
La Ley Orgánica de las Municipalidades de la provincia de Buenos Aires es muy clara respecto de quién debe reemplazar al Intendente: lo hará “en forma interina o permanente, según sea el caso, el primer candidato de la lista de Concejales del Partido al que perteneciera, que hubiera sido consagrado juntamente con aquél”, reza el artículo 15 de esa norma.
Para encontrar el nombre hay que buscar entonces la lista de candidatos a concejales de 2019 del Frente de Todos, y de ahí surgen las personas en condiciones de ser y el orden de sucesión. Esa nómina se integró con Santiago “Beto” Carasatorre, Marina Lesci, Guillermo Viñuales y María Eva Limone en los cuatro primeros lugares.
A dos años de aquella elección, dos de los posibles sucesores más nombrados en la última década ya no están. Carasatorre falleció el 1 mayo de 2020, luego de dar una dura batalla contra el cáncer. Por su parte, Viñuales renunció a la jefatura de Gabinete en noviembre de 2020 y poco tiempo después también renunció a su banca de concejal para unirse al PRO, donde fue recibido por Patricia Bullrich.
La línea sucesoria
Marina Lesci, presidente del Concejo Deliberante
Con la trágica desaparición de Carasatorre, entonces, la sucesión de Insaurralde, en caso de abandonar el cargo, recaería en Marina Lesci en primer lugar y, en su defecto, en Maria Eva Limone.
Lesci es una abogada de 37 años que reemplazó a Carasatorre en la presidencia del Concejo Deliberante luego de su fallecimiento. Para hacerlo debió renunciar a la secretaría de Mujeres, Géneros y Diversidad donde Insaurralde la había designado poco después de su elección como concejal.
Antes, Lesci se había desempeñado como Directora de Relaciones Institucionales del municipio, adónde había llegado como consecuencia de una intensa y exitosa carrera como dirigente de un club de barrio, desde donde se proyectó a una responsabilidad nacional.
La posible reemplazante de Insaurralde nació a la vida pública como presidenta del Club Defensores de Banfield, cargo que aún conserva, y desde allí asumió la presidencia de la Unión Nacional de Clubes de Barrio. En ambos casos tuvo una labor destacada, primero con logros institucionales y deportivos, como la llegada del equipo de voley a la Liga Nacional de ese deporte, y luego protagonizando acciones de defensa de los clubes de barrio jaqueados por los crecientes problemas de falta de recursos, tarifas de servicios exorbitantes y prácticamente nulo apoyo oficial, con un punto culminante en la aprobación de la ley de promoción de los clubes de barrio sancionada en 2015.
Años antes, en 2009, Lesci junto a un grupo de socios había conformado una comisión de apoyo a la institución ante un riesgo inminente de quiebra, que la movilización vecinal logró revertir.
Con esos antecedentes, Insaurralde la convocó para integrar el gabinete primero y después para ocupar una responsabilidad en el Concejo Deliberante, que es lo que la pone ahora a las puertas de suceder al jefe comunal.
Claro que las cosas no son fáciles cuando se disputa poder. No son pocos los que miran con recelo la posibilidad de que una mujer con pocos antecedentes en la política partidaria ocupe un lugar de tanta relevancia política e institucional, si es que Insaurralde asume otras responsabilidades.
El camino hacia
La Cámpora
María Eva Limone, concejal de Lomas de Zamora
El punto es que un eventual reemplazo de Lesci caería en alguien con menos edad y recorrido en la política local como María Eva Limone, una joven mujer de sólo 28 años y sin antecedentes previos en el ámbito institucional del municipio.
Tal vez el punto fuerte de esta novel concejal sea su pertenencia a La Cámpora, la agrupación kirchnerista más poderosa de la provincia de Buenos Aires, liderada por el propio Máximo Kirchner.
Limone llegó al Concejo de la mano de la diputada nacional lomense Daniela Vilar, mencionada en varias oportunidades como posible candidata a intendente en 2023, cuando Insaurralde ya no pueda ser aspirante a la reelección en virtud de la ley 14836 que impide la reelección consecutiva de intendentes y concejales.
De todos modos, la corta edad no es un problema legal para ejercer la intendencia. Y mucho menos constituye un impedimento político a juzgar por algunos casos recientes en el sur del conurbano. En Almirante Brown, cuando se barajó la posibilidad de que el intendente Mariano Cascallares asumiera un cargo en el gabinete nacional el municipio iba a quedar en manos del joven camporista Juan Fabiani, que hoy es uno de los aspirantes a la sucesión.
Pero tal vez el caso más significativo sea el del intendente interino de Avellaneda, que reemplazó en noviembre al ahora ministro Jorge Ferraresi. Se trata de Alejo Chornobroff otro joven, también militante de La Cámpora, que tenía al asumir la misma edad que María Eva Limone, 28 años, y maneja hoy uno de los distritos más importantes del conurbano.
