El 70% de los refugiados volverá a las calles cuando termine la cuarentena

Las personas en situación de calle encuentran hoy una mano solidaria que las sostiene, pero qué va a pasar cuando se termine el aislamiento.

Uno de los temas más preocupantes de la cuarentena son aquellas personas en situación de calle. Si bien algunos lugares abrieron sus puertas para albergarlos y asistirlos, para que puedieran cumplir con el aislamiento social, la pregunta es qué va a pasar con la gente en situación de calle cuando termine la cuarentena. Uno de los colaboradores del Centro Barrial Tinku, que asiste junto a la ONG No Seas Pavote en el Club Temperley a 40 personas, Diego Villanueva, advirtió “más del 70 por ciento va a volver a la calle y es lamentable”.

Son al menos 1024 las personas en situación de calle en distintos puntos de la Región, según el censo realizado el año pasado por organizaciones sociales. El relevamiento se realizó en Lomas de Zamora y Lanús, por lo que no comprende a otros distritos como Almirante Brown, Esteban Echeverría o Avellaneda. De todas maneras el censo de Zona Sur arrojó como dato central que de las 1024 personas, el 53 por ciento es adulta y el 47 restante es menor de edad. Además desde Proyecto 7, que trabaja el tema en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), habían alertado a Info Región que aumentó la población de mujeres, es decir, hay familias en las calles.

“Cuando no está la pandemia, estas realidades existen”, explicó Villanueva. Diego cumple el rol de ayudante junto a otros chicos de Tinku y realiza varias actividades en el club de Turdera para asistir a las personas que allí se albergan. Ocho meses atrás, vivía en la calle y entiende la problemática. Hace menos de un año llegó al centro barrial de Llavallol y su vida cambió cuando comenzó a tratar su adicción y a ser asistido por varios psicólogos. Ahora Diego es quien ayuda a otras personas que pasaron por lo mismo que él.

Si bien hay algunos refugios en la Región, hay “más de 30 ó 40 personas viviendo en la Plaza de Lomas”. “Yo paso por ahí y los veo”, planteó.

El Club Temperley alberga a casi 40 personas que estaban en situación de calle pero “no hay más lugar”. Según Diego, son muchas las personas que se acercan a diario a buscar un plato de comida. Por eso No Seas Pavote, en conjunto con el Municipio de Lomas, realizan una olla popular todos los días para que nadie se quede sin comer.

Alertó, en ese sentido, sobre la violencia que sufre la gente que no tiene un hogar. “El otro día, quisieron detener a un chico que vino a desayunar y se lo querían llevar en cana”, contó. “Entendemos que hay que respetar la cuarentena, pero hay un abuso demasiado grande de parte de la Policía. El sistema que se implementó le dio más poder a la Policía para armar un aparato represivo para toda la gente, y no entienden que es gente que está en la calle y no tiene nada, ni siquiera a dónde ir”, consideró.

Muchas personas se acercan a diario a la sede de Temperley en busca de un plato de comida caliente. “Vienen a comer y a buscar comida para llevarle a su familia. Muchos vienen de lejos”, precisó.”Y esto no va a parar, esto va para rato y lo sabemos, porque se viene el frío y vamos a terminar mal”, alertó.

¿Qué va a pasar cuando termine la cuarentena?

“Nosotros estamos conscientes de lo que va a pasar cuando termine esto. Sabemos que van a volver a la calle”, advirtió el voluntario que sabe lo que es vivir en la calle. “El gobierno tampoco da herramientas para buscarles un lugar o hacer un centro barrial, para que no los dejemos morir en una plaza”, aseguró

No obstante Villanueva remarcó que el Centro Barrial Tinku y No Seas Pavote “están buscando” alternativas para ver cómo ubicar a estas personas cuando la cuarentena llegue a su fin. “El principal objetivo es acompañarlos, que tengan un lugar, un techo, que consigan un trabajo y que logren rehacer sus vidas. Pero esto cuesta un montón”, admitió, y mencionó que él pudo “salir de ese círculo” pero “con la ayuda de otras personas”. “Es lamentable, a la larga terminan muertos“, apuntó.

En el Club Temperley reciben su comida diaria, tienen su ropa y su merienda. También juegan a las cartas, hay libros para quienes les gusta leer, y pueden llamar a sus familiares aquellos que no tienen teléfono propio. “En general, cuando pasan estas cosas los argentinos somos solidarios. Entendemos la cuarentena, pero ¿qué hacemos con la gente que está en la calle? Ese es un problema de todos los días”, replicó.

Refugios

La asociación civil “No Seas Pavote” tiene tres hogares: Tinku, el Hogar de Niños Guadalupe, y la Casa de Mujeres y Niños Teresita. Tinku es un hogar de noche para varones en situación de calle y también ahí funciona un hogar de día. “En esta pandemia a Tinku lo trajimos para Temperley por un tema que no tenemos suficiente personal para asistir a todos”, detalló el refrente de esta ONG, Gustavo.

La Casa de Mujeres Teresita, ubicada en Avellaneda 467 de Temperley, es un lugar convivencial para mamás con hijos en situación de calle. Guadalupe, en tanto, refugia a chicos sin cuidados parentales.

En “Casa de Encuentro”, un centro integral ubicado en Tucumán 1290 de Banfield Este, también asisten a hombres y mujeres en situación de calle. Además de un plato de comida caliente o una cama, les brindan contención psicológica y emocional.

En tanto, Proyecto Aconcagua retomó sus recorridas nocturnas de los sábados en las estaciones de Lomas y Banfield, y pese a que no cuentan con espacios de albergue, entregan bandejas de comida a aquellos que pasan la cuarentena en la calle.