Con los primeros minutos del 2021 llega un aire renovado y la esperanza de vivir un año muy distinto al que pasó. El 2020 estuvo signado por la pandemia de Covid-19, el confinamiento y la crisis. A mediados de marzo, la rutina de los vecinos de la Región (y del país entero) se modificó rotundamente y recién en octubre, las cosas comenzaron a cambiar para algunos. Un repaso por los hechos más destacados del año que pasó.
En Lomas de Zamora, el primer caso de coronavirus fue confirmado el 22 de marzo, mientras que en Esteban Echeverría esto ocurrió unos días antes. En todos los distritos, los casos fueron en ascenso con el correr de las semanas. Las clases presenciales fueron suspendidas a mediados de marzo y en algunos distritos, volvieron bajo la modalidad de revinculación en noviembre. Mientras tanto, el reparto de materiales y módulos alimentarios continuó con normalidad.
El Gobierno, contemplando que el país entero estaba parado y poniendo la mirada en los sectores más vulnerables, anunció el pago de un Ingreso Familiar Extraordinario. Las extensas filas en los bancos fueron una postal cotidiana en abril. Los errores en la organización provocaron que mujeres, niños y adultos mayores debieran amontonarse en las entidades bancarias para poder cobrar y tener efectivo.
Ya con el efectivo en la mano, apareció otro problema. Las inconcebibles subas de precio y el abuso en los barrios. Comerciantes aumentaron de forma desmedida los precios -que se dio en paralelo a la falta de alcohol en gel, barbijos y productos de limpieza– y generaron que las heladeras estuvieran cada vez más vacías. “Necesitamos que nos ayuden”, pedían desde los barrios. Con el correr de los días, se implementó un programa de control de precios, que contemplaba sanciones para quienes se aprovecharan.
Decretada la cuarentena, los municipios posaron la mirada sobre las personas en situación de calle y las organizaciones sociales y clubes, también. Fue así como varias instituciones deportivas, como Temperley, abrieron sus puertas para recibir a quienes no tenían un hogar para hacer el aislamiento que solicitaban las autoridades. Allí, Info Región conoció la historia de Nicolás, quien pasó 14 años en la calle y hoy trabaja para ayudarlos.
Y mientras los meses avanzaban, miles de personas fallecían en la Región por Covid-19, muchos de ellos trabajadores de la salud. Al 13 de diciembre eran más de 200 los profesionales de la salud -contemplando médicos, enfermeros, técnicos y también personal administrativo de los distintos centros de salud- que murieron en la provincia de Buenos Aires. Dentro de este número hay nombres y los nombres propios de la Región son: Oscar León Céspedes, Oscar Escalente, Graciela Vallejo, Roberto Gómez Cora, Silvio Cubre, María Esther Ledesma, Daniel Marconetto, Miriam Juarez, Carlos Alberto Amarilla, Claudio Andrea Espósito, Francisco Herbas, Javier Ponce, Carlos Fayanás y José Catri.
La pandemia de coronavirus también marcó el año de la política local que debió readaptarse al nuevo contexto. Es por ello que Concejos Deliberantes de la Región sancionaron modificaciones en los reglamentos para que se puedan realizar sesiones virtuales, las que se llevaron a cabo por la plataforma Zoom.
Mientras que en las primeras semanas de la pandemia, un hecho que conmovió al escenario político local y nacional fue cuando el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, contrajo coronavirus. No solo porque fue en un momento en el que todavía no había demasiados casos, sino por las dificultades que atravesó por las que debió someterse a un tratamiento con plasma, uno de los primeros en hacerlo, para poder recuperarse.
A mediados de año, en tanto, el coronavirus provocó el cierre de la morgue del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, que funciona en el predio de los Tribunales lomenses. Varios trabajadores judiciales se contagiaron y los juicios se vieron suspendidos de un día para el otro, un golpe duro para aquellos familiares que desde hace tiempo esperan justicia. Sin embargo, el tiempo logró que muchos se reanudaran, como es el caso del que se llevó a cabo por el crimen de Anahí Benítez.
Un histórico juicio que también comenzó, aunque en La Plata y de forma virtual, fue el del Pozo de Banfield. El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata comenzó, el 27 de octubre, a juzgar a 18 represores, entre ellos a Miguel Etchecolatz y el ex médico policial Jorge Berges por las torturas, homicidios y ocultamiento de menores en perjuicio de casi 500 víctimas alojadas en tres centros clandestinos de detención durante la última dictadura cívico-militar. Se trata de un proceso unificado sobre los delitos cometidos en el ex Pozo de Banfield, el de Quilmes y El Infieron de Avellaneda.
Si bien el consejo de las autoridades era no amontonarse, los reclamos vecinales se hicieron escuchar con fuerza. Incluso, muchos vecinos denunciaron un aumento de los hechos de inseguridad por la cuarentena y las calles fueron epicentro de protestas. Entre los hechos más dramáticos se encuentran el asesinato de un repartidor en Adrogué, el homicidio de un hombre que había ido a tomar mate a la reserva Santa Catalina y el ataque con destornillador a una jubilada en Temperley. También se registraron varias fugas en el Centro de Recepción, Educación y Ubicación (CREU) de menores de Lomas de Zamora y hasta hubo un motín con toma de rehenes en la Unidad Penal 40 del mismo distrito.
Desde el 1 de enero hasta el 13 de diciembre hubo tres femicidios en Lomas de Zamora, tres en Lanús, tres en Almirante Brown, uno en Presidente Perón y otro en Esteban Echeverría. Fueron 11 los crímenes de odio en la Región. Marianela Loreley Rivera, María Laura Rivera, Blanca García, Cristina Iglesias y su hija de 7 años, Ludovica López, Eugenia Pamela Roca, Yanina Pérez, Noelia Luna Quimey Lambert Tamay, Sandra Lorena Mercado y Rosa Catalina Domínguez. Estos son los nombres de las mujeres de la Región que murieron en el marco de situaciones de violencia de género.
En tanto que el hecho político del año a nivel regional fue la incorporación en noviembre de Jorge Ferraresi al gabinete del presidente Alberto Fernández como ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat en reemplazo de María Eugenia Bielsa. De esta forma, quedó a cargo de la intendencia de Avellaneda, Alejo Chornobroff.
El sector empresarial y pyme sufrió también. Con el cierre de los comercios en marzo, la crisis -que ya venía desde años anteriores- recrudeció. Para muchos fue el golpe final, para otros fue otra piedra en el camino pero la situación -con ayuda de las autoridades, subsidios y créditos- cambió y pudieron seguir operando. Más allá de poder abrir las puertas, los flacos bolsillos en la población impidieron una recuperación inmediata y recién a fin de año, con la llegada de las Fiestas, el panorama se tornó un poco más alentador. En el camino, muchos locales cerraron.
El rubro de espectáculos fue uno de los más golpeados porque fue casi el último en poder retomar la actividad. En el camino quedaron algunos espacios que debieron cerrar sus puertas, como el Centro Cultural No me Olvides de Temperley, y otros estuvieron al borde. El Refugio de Banfield, por ejemplo, cerró y volvió a levantar la cortina metálica a los pocos días: “Nos salvó la gente”, aseguraba Daniel Bastías a este medio. Ya en octubre y con estrictos protocolos, comenzaron a funcionar estos espacios y permitió la subsistencia. Incluso, hay lugar para la esperanza porque el Galpón Diablomundo se reinventó e hizo una apuesta aún mayor a la cultura.
Uno de los golpes más duros, sino el más duro, fue la muerte de Diego Armando Maradona. El 25 de noviembre su corazón dejó de latir y esa ausencia se sintió con fuerza en el mundo. Como era el hijo pródigo de la Región, los homenajes locales no se hicieron esperar. Se nombró la primera calle con su nombre y se anunció la creación de un museo en su casa, allí donde pasó años de su infancia peloteando en la vereda.
Sobre el final, la esperanza apareció con la llegada de las vacunas rusas Sputnik V y el martes pasado comenzaron los operativos de vacunación en la Región. En esta oportunidad, las dosis están reservadas a los trabajadores de salud que combaten en la primera línea de batalla. Sin embargo, se espera la llegada de millones de dosis durante 2021.
Deportes
Pocas cosas frenan la pelota en un país tan pasional como lo es Argentina, pero la pandemia lo pudo. El 16 de marzo, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) dispuso la suspensión hasta el 31 de marzo (en un principio, luego de extendió) de todas las categorías.
La Copa de la Superliga, la Copa Argentina, el ascenso y el fútbol femenino se vieron afectados directamente por la cuarentena. Y para no frenar con la actividad, al menos de preparación física, los y las jugadoras implementaron los encuentros por zoom, los entrenamientos en casa y demás para compensar la falta de trato con la pelota.
Los meses pasaron, las iniciativas fueron varias, pero bien se sabe que nada reemplaza el ritmo futbolístico. Es por eso que hubo que esperar hasta septiembre para que, al menos la Primera División, vuelva a entrenar para el 30 de octubre, tras una larga espera, vuelva a rodar la pelota de manera oficial. Luego de algunas semanas, también lo hizo el ascenso: la Primera Nacional, la Primera B Metropolitana, y las restantes. El último en reanudarse fue el fútbol femenino, que había tenido un gran 2019 a niveles de expansión y profesionalización.
En las vísperas al 2021, los equipos de la Región quedaron bien parados. Banfield, en primer lugar, es líder de la Zona Campeonato y sueña con el ascenso; en la Primera B Metropolitana, Los Andes y Talleres de Remedios de Escalada hicieron lo propio; y el fútbol femenino del Taladro también es puntero en su zona.
Pero quienes todavía tendrán que seguir esperando, al menos en suelo argentino, serán los clubes de rugby. Si bien Los Pumas hicieron historia dentro de la cancha (porque afuera dieron la nota en otros aspectos), los equipos de la Región y de todo el país volverán a jugar de manera oficial en 2021.
